Desde que comenzó el aislamiento social preventivo y obligatorio la principal consigna fue “quedate en casa”, difundida y promovida tanto desde el Estado como en medios masivos de comunicación y redes sociales. Sin embargo, la pandemia ha demostrado que no todes tienen un lugar donde vivir ni quedarse.
En este contexto, en las últimas semanas y llegando a los cinco meses de confinamiento, se ha visibilizado la necesidad del derecho a una vivienda digna mediante tomas de tierras en San Francisco Solano del partido de Quilmes y en Guernica del partido de Presidente Perón.
En entrevista con FM La Barriada, la referente e integrante de la toma en Solano Nahir Ayelén Romero, relató que son 90 las familias que el 31 de julio decidieron tomar esas tierras abandonadas hace 10 años.
En este sentido, recalcó que había un proyecto que pretendía convertirlas en espacios públicos, pero en realidad actualmente son «un pantano inhabitable”.
“Este lugar no está habitable para vivir, pero ¿a dónde nos vamos a ir?”, planteó.
“Dicen “quedate en casa”, pero ¿qué hacemos nosotros? No tenemos, y no nos vamos a ir hasta recibir una respuesta”, manifestó.
Además, aseguró que están “luchando codo a codo por un lugar donde vivir”, con el compromiso de “hacer que ese pantano sea un barrio y recuperar esas tierras abandonadas y totalmente olvidadas”.
“Muchas veces la gente opina pero no sabe cuál es la realidad. Nosotros somos jóvenes, padres, madres, gente trabajadora, que estamos acampando y haciendo ollas populares dos veces al día porque pasamos acá las 24 horas”, explicó.
“Hay mucha gente que depende de esta olla”, remarcó, señalando que son muchas las personas de lugares aledaños que asisten a diario.
Por otra parte, expuso que han recibido amenazas y que temen a la represión policial, en tanto que no han recibido respuesta por parte del municipio, situación que se repite en la toma de Guernica.
Al respecto, también en entrevista con FM La Barriada, la referente y vocera de uno de los barrios de Guernica, Yamila, declaró que sufrieron un “hostigamiento policial muy fuerte”.
“Nos persiguieron y golpearon, rompieron mercaderías de las ollas populares y hasta hubo detenidos con la excusa de que hubo una confusión con el número de DNI”, denunció.
Además, explicó que en Guernica son 2500 familias de cuatro barrios que decidieron unificarse, donde también realizan ollas populares a diario debido a que las necesidades se agravaron frente a la crisis económica producto de la pandemia.
Foto: Codo a codo luchando por un lugar donde vivir
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