A 18 años de la Masacre de Avellaneda continúa el reclamo por justicia

A 18 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki en la Masacre de Avellaneda del 26 de junio de 2002, en entrevista con FM La Barriada, el padre de Darío, Alberto Santillán, criticó que “a pesar de que durante este tiempo pasaron distintos gobiernos pseudo democráticos, en casi ninguno dejaron de estar los responsables enquistados en distintos cargos de poder”.

“Hace 18 años que no tengo a mi hijo y que con familiares y compañeros de militancia venimos luchando, junto con una gran parte de la sociedad que quiere justicia y ver a los verdaderos responsables en cárcel común. Sin embargo, vemos que los gobiernos pasan y no hay voluntad política de hacer justicia”, planteó.

“Sabemos que los políticos se tapan unos con otros”, observó, señalando las imágenes de Felipe Sola –gobernador al momento de la Masacre- como canciller y de Eduardo Duhalde –presidente interino en aquel entonces- abrazado con Alberto Fernández.

“Como familiares sabemos que no vamos a conseguir nada de la policía, por eso mismo la resistencia y la fuerza, porque los pequeños grandes triunfos que hemos logrado fueron por estar en la calle defendiendo a los caídos”, aseguró.

Al respecto, afirmó que la condena a los ex policías bonaerenses Alfredo Luis Franchiotti y Alejandro Acosta por el homicidio de Darío y Maxi, la consiguieron “por la resistencia, la lucha y los escraches en la calle”.

Además, aunque opinó que “va a costar muchísimo”, expresó su deseo de que los responsables políticos sean condenados, “porque sería suficiente para sentar un precedente y que no se consideren impunes”.

“No es solamente la Masacre de Avellaneda, sino que hay muchas muertes de compañeros y sin embargo los políticos siguen transformándose como si fueran quienes van a arreglar la Argentina”, cuestionó, destacando que “antes de Darío y Maxi hubo muchos caídos en la democracia”, no sólo militantes sino también muchos pibes en los barrios.

“Hace 18 años tengo enterrado un hijo que había dejado todo para luchar por los que menos tienen, y sin embargo todos estos personajes siguen enquistados en el poder como si nada hubiera pasado”, refirió.

“Hay gente que tiene la memoria muy corta, y eso no tiene que ser así. Por eso, tenemos que insistir en los pequeños grandes logros que hemos conseguido en las calles para replicarlo y entender que la lucha es una sola, que con la lucha individual no podemos lograr nada”, manifestó.

“Una vez Darío dijo que estaban haciendo “una revolución subterránea”, pero algún día iba a dejar de serlo para ser “una verdadera revolución”. Va a tardar, pero sin duda lo lograremos y cambiaremos todo este país”, declaró.

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